viernes, 17 de febrero de 2012
LA CONCIENCIA DE UNIDAD, COMPRENSION DE LA REALIDAD
La conciencia de unidad según ken Wilber, es la comprensión de la realidad sin demarcaciones, sin fronteras. Es el estado natural de la conciencia. Es una realidad diferente de las formas y de las ideas, ya que estos suponen límites. Como no hay demarcaciones, no hay muerte y nacimiento, no hay bien ni mal, no hay objeto y sujeto, porque se desvanece la identidad, o sea, la ilusoria separación entre lo que somos y no somos (demarcación primaria). No existe el yo separado, es una ilusión, si existe una identidad suprema, el Todo. Nuestro verdadero ser es idéntico a la Energía fundamental de la cual son manifestaciones todas las cosas del Universo. El descubrimiento del mundo real, de lo que carece de fronteras, es la conciencia de unidad, el eterno presente. Y esta experiencia se produciría ante el desplazamiento de la ilusoria demarcación primaria, la diferencia entre hombre y medio. Estos estados de iluminación se pueden producir mediante la búsqueda de esta demarcación y no destruyéndola, porque esta simplemente no existe.
Si observamos cuidadosamente la sensación del «yo interior» y del «mundo exterior», descubriremos que estas dos sensaciones son realmente uno y el mismo sentimiento. Nuestro problema consiste en que tenemos tres expresiones -«quien ve», «el acto de ver» y «lo visto»- para una única actividad, la experiencia de ver, tres factores donde en realidad no hay más que uno.
La conciencia de unidad es el eterno presente porque es intemporal. El tiempo es una ilusión producida por una demarcación simbólica que nos impide llegar a Dios, al Todo, a la conciencia de unidad. No existe ni el pasado ni el futuro, existe un eterno presente. Y esto es precisamente otra demarcación de la identidad: la distinción entre pasado y futuro, ya que limitan a la identidad haciéndola vivir en un presente pasajero.
Y las fronteras desaparecen cuando nos percibimos que los recuerdos y nuestras expectativas futuras son actividades presentes. Por eso no hay que destruir el tiempo, sino buscarlo, y cuando no lo hallemos nos daremos cuenta que es una ilusión. Por eso es que ken Wilber dice que el presente es un momento sin límites espaciales o temporales y por eso los místicos abrazan al tiempo en su totalidad. Entonces, la conciencia de la unidad es el ahora eterno. Uno no tiene experiencias presentes, uno es las experiencias presentes. No hay delante de uno ni detrás. Y uno no tiene donde quedarse, a no ser en el presente intemporal, en la eternidad.
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